viernes, 28 de agosto de 2009

Resplandeciente como aurora






Sí, tal cual es. Brilla siempre y en todo lugar y estoy orgullosa de tenerla, tenerla a ella, un tesorito que muy pocos encuentran.

Es tanta la conexión que siento con ella, que me es posible cuantificar sus situaciones tal como si fueran mías y ver un abismo inquietante cuando a veces nos gana el orgullo. Orgullosas? Claro, cómo no. Somos tan idénticas en algunos sentidos pero tan distintas en otros, que nos hacen ser en el fondo, las personas más conectadas que hay.
Yo a ella la amo, y por ella haría todo. Sufro cuando sufre, salto en un pie cuando ella está contenta. No hay nada mas hermoso que compartir esa felicidad, ese no sé qué que te alegra, juntas, mi hermana y yo.
La admiro por lo que es y como es. Es única, como nadie y demasiado fuerte para tener esa edad, edad que por cierto, no representa en absoluto.
Mientras tomaba un café preparado a la rápida con mi mamá, le contaba todas las cosas referidas a esa personita, todas las tonteras que hacemos, y todas las rabietas que pasamos. Le contaba que yo era feliz, y que mi felicidad más grande era ver una sonrisa y un par de lágrimas después de discusiones algo tontas por parte de las dos. Eso me demostraba que estamos la una para la otra, y que a ninguna le era indiferente la situación, aunque en esas crisis pensamos que a la otra le damos lo mismo. Recuerdo eso y me río. Nos volvemos tercas y más orgullosas todavía, pero yo siento que con eso soy más estúpida, porque, ¿A quién engaño? Si me conoce mejor que a nadie y esto solo nos tapa los ojos.
Mi mamá me miraba y sonreía para sí misma. Yo creo que nunca me vio tan feliz en un colegio, tan feliz porque ella no es de plástico ni menos desechable. Ella es verdadera, sin imitaciones y de muy buena calidad.
Me río. Esas cosas que dice mi mamá me evidencia que es demasiado observadora, y también que quiere mucho a esta niña que tanto pone de buena cara a la pobre hija estresada.
Si no tuviese a mi hermanita, quizás ni me darían ganas de ir al colegio. 
Es increíble también, la paciencia que tiene conmigo. La paciencia de escucharme, de entenderme, de consolarme, de alegrarme el día, de enseñarme algunas cosas, de aguantarme en otras, de esperar en las mañanas, de esperar en las tardes, de tomarse las cosas con calma, de calmarme, de guiarme, de encontrar los porqué, de no comer dulces, de acostarse tan tarde y madrugar al otro día (o ese día mismo?), de aguantar a tanto jote, de escuchar mis críticas hacia el mundo cuico, de capear clases conmigo porque simplemente ella quiere y también yo la necesito.
Y quizás ni ella se da cuenta, pero es maravillosa. Además de hermosa, por fuera y por dentro, es la única con la que yo puedo hablar cosas sin temor al qué dirá. Quizás lo tuve en su momento, pero eso me condujo a confiarle más cosas, es una caja de secretos increíble, aunque claro, ella es increíble.
Hemos pasado por tanto juntas, que sé que cualquier cosa no será obstáculo. Nuestra amistad es algo tan lindo, que sé que en todo momento estaremos ahí, aunque nos separen no se cuantas comunas y no se cuantas estaciones de metro.
Te amo, hermanita, amiga, confidente, paisana, washona, yewis, preciosa y demases que sabes que lo eres, no es necesario repetírtelo ♥

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