sábado, 27 de noviembre de 2010

Corres, corro.

No es una ruleta común, es una ruleta sin fin, hermosa y decayente pero a la vez insoslayable dentro de lo que es imposible detener. Mágico ideal.
Alguien me dijo que la soledad... se esconde tras tus ojos. Qué buena frase y cómo llega Dios mío en estos momentos en que me vuelvo a decir a mí misma que no porque tengas a alguien al lado estás acompañado. Puede ser un vacío interior, qué sé yo. Ceratti (Y GUSTAVO CERATTI, que no se malinterprete xd) me encanta.
Primera vez que escribo con "xd" en mi blog y es porque esto es más bien un registro de mis pensamientos que no quiero hacerlo metaforicamente poético, sino como diría Nicanor Parra, antipoético, con lenguaje coloquial y de la calle.
Últimamente me ha llamado la atención el término pueblo, público y compañero. A mi papá no le gusta, pero yo siento esos aires de libertad que tanto quise alguna vez poder palparlos. Aquí están, y puede que incluso hasta lo más cliché como "todo pasa por algo" pueda tener significado ahora. Cómo te gusta sentir ese algo que te mantiene prendida mientras lo adviertes ante tus ojos.
Aún no llega el periodo de hacer unos cuantos recuentos, lo que sí sé es que estoy cachando que los tiempos se vienen buenos y muy para bien, (hace tiempo no sentía la libertad de hablar tan "realistamente") me gusta verme así, suena ególatra, pero qué más da, me gusta sentirme libre por fin.
Tenían que llegar esos alguienes (que poco culto suenan) que me hagan sentir una aguja en un pajal de oportunidades, lindos resonantes y a la vez algo un poco harto discordantes que pucha, te sacan más de una sonrisa de la cara.-
Y así po, son las 2:44 am de un día domingo? si, creo que domingo, para no decir sábado, y resulta extrañamente dificil escribir algo coherente mientras hablas y hablas quizás no directamente pero en el fondo sí.
Mejor me duermo? ah, no lo sé, solo sé que es hora de empezar a agradecer al destino. ¿Por qué no, si ahora el presente importa más que nada en la vida?
Lógico, recuerdos persisten como los relojes de Dalí, y yo persisto en mí misma dándome cuenta que sí vale la pena cruzar el río para decir, claro lo pasé por mí misma.
Me cansé, algún otro día le hago el homenaje a Parra. Ahora será más un fluir de la conciencia que otra cosa.