martes, 26 de octubre de 2010

Vaivén

  


Hay que acomodarse para no quedar encorvada. Buena percepción.
Hay días que los recuerdo más que otros por cuánto de la rutina pueden salir y dejarme boquiabierta. Pensaba en la micro mientras el sol caía en el horizonte, si todo será parte de un plan maestro que me hace ser cada día más fuerte, positiva, y con ganas de rotar mis mundos. Prefiero creer que si.
La dicha que uno puede sentir junto a otros es irremplazable, única, pero sobre todo si eres parte de todos y puedes ser libre, rotar tu vida y no dejar de ser tú.
Puede que incluso llegase a ser un poquito ególatra y pensar que cuando te ligas mucho a alguien, ese alguien quiere que seas como él estima y por eso te alejas. Lo mejor es cuando te dejan y quieres ser y mirar desde otras perspectivas. Volver a sonreír sin actuar es algo que extrañaba y ahora lo siento como una energía naciente que quiere expresar todo su querer.
Lo sé, me aburre la rutina, pero es mejor cambiar de aire que ahogarse en su propio respirar. Me gusta eso, me gusta cambiar, me gusta vivir la vida libre y ahora es la oportunidad misma ad portas de la Universidad ♥
No es algo cliché, sino que me creo el mismo argumento que me dejó por mucho metida en mis propias inquietudes, preguntándome el por qué de esto y el por qué de lo otro, pero en fin, el talento tiene que ver con todo tu complemento, y eso una se da cuenta al entrar en sí misma, en el momento mismo de los colores del cielo al atardecer y un buen tema de Bob Dylan.
Qué maravilloso todo. Tanta gente hermosa. Tantos corazones por conocer.

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