sábado, 17 de noviembre de 2012

Qué grande eres, Borges.

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre tomar una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender... que los besos no son contratos y los regalos no son promesas.

Jorge Luis Borges


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