jueves, 17 de septiembre de 2009

Silencio muerto

Esta tarde venía pensando en cómo expresar mejor lo que me pasa internamente, y es curioso cómo cuando uno piensa vienen todas las ideas y luego quieres escribirlas y el texto es algo sin sentido, como uno que redacté hace poco.
Venía pensando en lo que hay que domesticar y en lo que es imposible cambiar. Es obvio que alguien no será como otro sólo porque tú lo quieras, pero inconcientemente buscas ese algo en lo que tus huellas te dicen que algo se apagó, y quizás para siempre.
Me he preguntado incluso si estoy extrañando ahora o si tengo miedo de estar sola, porque a veces no tomamos la decision correcta o quizás no quiera ver lo que es evidente. ¿Quién sabe?
Hoy me sentí algo extraña, quizás como una extraña entre gente que aparentemente conoces, o quizás como una extraña en un mundo que ya cambió, y cambió sin ti. Y aún así, no me senti sola de compañía, sino de corazón.
No sé si sea porque necesito sentir que estoy presente o por alguna otra cosa, pero la verdad es que realmente me siento incómoda con un silencio que no sea más que el mío, porque el vacío entre los que están presentes se me hacen incómodos.
Y antes no me pasaba eso.
Y es que ese es el problema, vivo mirando atrás, siendo que uno no puede pensar en lo que pudo haber sido o en lo que sería ahora si tal suceso hubiese o no pasado.
Entonces, ¿Cómo? Cada vez esa ilusión (si es que puede de alguna manera llamarsele así) decae, dejando al descubierto la realidad, y con ella.. el silencio. Y no es ese silencio que ha de gustar a quien sea porque las palabras sobren, sino que es un silencio muerto, el que no haya magia, y el que sabes que hay algo que no podrás descubrir porque esa voz muerta ya está.

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