Estrella de mi noche, en la que conduzco por un camino desconocido a ojos que no saben de amor. Pero tú me guías.
Tomar tu mano, tan sólo sentirte en ese andar sinuoso. Encontrarte en mis sentidos y descubrirme a mí misma también, por medio de lo que en mí tu presencia provoca.
Quizás sea un mismo lenguaje, en el que las palabras sobran y todo se dice usando vías que sólo conozco cuando estoy contigo. Es lo mismo en cualquier lengua: me cautivas.
Tú complementas las alas con las que aprendo a volar en todas las direcciones de mi carretera. Me das esperanza, alegría de emprender un nuevo vuelo. Los compases de la melodía que sigue mi espíritu la diriges tú. Tú le das esos toques de profunda armonía que me llevan lentamente hacia otro lado, yo ya no estoy aquí. No desde que te conocí.
Es imposible determinar cuan profundos me parecen aquellas luces que guían mi rumbo. Ojos que atraviesan haciéndome vulnerable a cualquier sensación que provoque el dejar de controlarme y dar completamente esa parte de mí que de alguna manera quiere escapar... sólo para alcanzarte. La respuesta sólo la manejas tú. Aquí las palabras sobran.
Es sólo el querer dar todo de mí, ya que tú eres parte de mí y constantemente hay algo llamado corazón que necesita ser alimentado por quien tan bien lo sembró, y es su único dueño.
Me envuelves con cada detalle que te hace ser único, y con cada detalle eres mas irresistible aún. ¿Cómo poder resistirme a algo tan delicioso como lo es tu dulce boca? Es querer averiguar lo mucho que esos labios quieren expresar... o callar, y recorrer con mi boca cada punto que yo desee comunicar.
Comunicar todo lo que siento, y recorrer con mi mirada cada punto de tu hermosa figura, que tanto me encanta también, para decir que cada vez hay algo nuevo que puedo descubrir y aprender de ti, algo que me impulsa a amarte cada vez más, sin encontrar un límite. Eres en lo que pienso en cada momento, razón de mi sonrisa y de mi alegría de vivir.
Me encantas.
Dedicado a Basti ♥
